Dos poderosos menos

La UEFA Champions League se quedó sin dos de los más grandes candidatos para la próxima fase de cuartos de final. El Milan y el Real Madrid fueron eliminados en sus propios estadios en partido de vuelta, a manos del Arsenal y la Roma respectivamente. Claro que con rivales de semejante categoría, la noticia no llega dominada por el asombro, sino que éste ocupa sólo una breve porción por haber tenido los descenlaces al San Ciro y al Bernabeu como escenarios.

El Madrid y el Milan, en ese orden, encabezan el ranking de equipos ganadores del máximo trofeo europeo a nivel de clubes. La sumatoria incluye la vieja versión, llamada Copa de Campeones de Europa, y también la actual, conocida como UEFA Champions League, o tan sólo «La Champions».

El cuadro español lidera la estadística con 9 trofeos, sin embargo no logra superar la fase de octavos de final desde la temporada 2003/04 cuando fue superado por el Mónaco en la serie de cuartos. Desde entonces Juventus, Arsenal, Bayern Munich y ahora Roma le han impedido avanzar más de octavos.

El Milan, en cambio, es el actual campeón de la última edición luego de vencer 2 – 1 en Atenas al Liverpool. Pero la realidad es que necesita renovar una buena parte de su plantel debido al alto número de las edades de sus máximas figuras. En la actualidad, ocupa la quinta colocación en el calcio, lo que le impediría ingresar en la próxima Champions si la liga acabara hoy mismo.

El golazo de Cesc Fabregas abrió el camino a la victoria del equipo inglés.

Peca de ingenuo

Hace unos pocos meses atrás en un enfrentamiento entre el Getafe frente al Zaragoza, Abondanzieri (arquero del primero) le recriminó con más impotencia que razón a D’Alessandro (volante del segundo) por haber ejecutado un tiro libre que acabaría en gol sin esperar la orden del árbitro mientras «El Pato» acomodaba la barrera. Aquella anécdota acabó siendo una enseñanza para todo Getafe, que este domingo la puso en práctica y encendió la Liga de España entre el Real de Madrid y el Barcelona.

La acción que pueden ver en el video muestra la cama que le tendieron a los merengues en el propio Santiago Bernabeu. Tras la anulación del gol de Robben los de Schuster privilegiaron el reclamo mientras que los de Laudrup aprovecharon para señalar el único gol del partido. Esta nueva caída del Madrid empieza a causar mal clima en la Casa Blanca. Sólo tres puntos de los últimos doce en juego achicaron las doce unidades que los separaban de los blaugranas hace cuatro jornadas atrás.

Por si fuera poco, la revancha con la Roma tras el 2 – 1 por octavos de final en Champions, a pesar que será en Madrid, es todavía un tema a resolver para nada menor. Y me parece que si el Madrid termina con las manos vacías será una catástrofe dificil de remontar para Schuster. A pesar de algunos exabruptos, tengo aprecio por el alemán, pero en el fondo prevalece mi corazoncito colchonero que muy mal anda por estos días.

Dream Team

Tener a los mejores jugadores en el plantel es una tentación casi imposible de rechazar para cualquier entrenador. También lo es para los dirigentes. Los hinchas no son la excepción. La posibilidad de alistar la formación titular con once jugadores de destacada trayectoria y reconocimento es un innegable objeto de deseo. En especial para los clubes más poderosos a causa del poder económico con que cuentan en relación con el resto de sus competidores. 

La experiencia indica, sin embargo, que muchos de los más recordados intentos de llevar a la práctica con éxito los denominados proyectos «dream team» han fracasado en la disciplina fútbol. El más ilustre de los ejemplos es posible que sea el Real Madrid de las temporadas 2004/05 y 2005/06, dirigidos por el portugués Carlos Queiroz primero, y luego por el español Antonio Camacho, y con mega estrellas mundiales como Zidane, Figo, Raúl, Ronaldo, Roberto Carlos, David Beckham, Michael Owen, sin llegar a alzar siquiera una Copa del Rey.

En el plano vernáculo, el Boca de los inicios de la era Mauricio Macri también quiso llevar a cabo un intento similiar y acabó en un rotundo fracaso. Aquel plantel de lujo contaba con Carlos Bilardo como DT, más la presencia de Diego Maradona, Claudio Caniggia, Verón, Kily Gonzalez, Navarro Montoya, Mac Allister, Vivas y Basualdo entre otros. La convocatoria con semejantes intérpretes vistiendo los colores azul y oro estaba asegurada, pero hacia el final, luego de haber liderado gran parte del torneo, todo acabó en un gran golpe a la ilusión de los hinchas xeneizes.

Por estos días, son River y San Lorenzo los equipos que van decididos a conquistar la gloria del corriente año. Y para ello apuestan por la inevitable fórmula de los nombres. River, a falta de no gritar «campeón» por torneos oficiales desde el Clausura 2004 (flamante ganador del «Pentagonal de Grandes» veraniego), confía en Simeone al frente del equipo para que J.P. Carrizo, Ponzio, Archubi, Ortega, Falcao, Tuzzio, Rosales, Abreu y Alexis Sanchez devuelvan la alegría al hincha millonario y a Aguilar.

El cuadro de Boedo, en cambio, en su año centenario tira la casa por la ventana. Para ello, Marcelo Tinelli, aún con una Hammer secuestrada, sigue depositando confianza y millones para armarle el equipo al Pelado Díaz. Romeo, Silvera, D’Alessandro, Berghessio, Bottinelli, Placente, Bilos, Hirzig y Menseguez, entre otros, son los elegidos para hacer realidad el sueño de conseguir la Libertadores por primera vez en su historia.

Así y todo, en lo que va del verano, y a pesar del bajo nivel futbolístico exhibido, el Racing de Miguel Angel Micó, plagado de juveniles, ha sido el que mejor juego ha demostrado. El hecho de tener un gran plantel, está claro no implica tener un gran equipo, pero sí implica asumir desde el inicio las mayores exigencias.